14/12/06

¿Cómo evitar repetir errores en la iglesia evangélica?

...¿Qué debemos hacer ante esta realidad? ¿Cómo evitar que las experiencias negativas de los cristianos en la política se sigan repitiendo? Permítanme compartir algunas ideas al respecto:

1. El liderazgo debe tomar conciencia de que hay muchos campos en el mundo en donde es legítimo ser sal y luz. La iglesia debe reconocer que toda actividad humana legítima es un campo de misión. La política no es mala en si, Dios está interesado en gobernantes justos y capaces. Dios desea el bienestar de los pueblos y en esto juegan un papel importante los políticos.

2. La iglesia debe preparar a sus miembros a ser cristianos en el medio social y laboral en el cual les corresponde vivir. Mucho del discipulado que se da hoy día es enseñanza teórica que tiene muy poco que ver con el vivir diario. Gran cantidad de gente ha llegado a la iglesia, pero aun conserva muchas de sus viejas costumbres. Tenemos que enseñar a los miembros de la iglesia a vivir su fe, predicar con ejemplo y con palabra.

3. Debemos organizar las actividades eclesiásticas dejando un espacio para que los cristianos sigan insertos en su mundo social y laboral, de lo contrario no lo podrán cambiar. Cuando la gente se convierte, la queremos tan involucrada en las actividades de la iglesia que ya no tiene tiempo para servir de sal en el mundo. La efectividad de la misión de la iglesia está precisamente en que permanezcamos en el mundo y nos convirtamos en embajadores del Reino de Dios.

4. El liderazgo de la iglesia debe organizar actividades de reflexión sobre como manifestar las señales del reino en medio de la situación cultural y social imperante. No basta con tener buenas intenciones, se necesita preparación y experiencia. Los cristianos interesados en política o que ejerzan algún puesto de servicio deberían de participar de actividades de reflexión sobre problemas nacionales y las posibles alternativas de solución desde una perspectiva cristiana. El pastor interesado en la madurez de sus fieles necesita estar informado y recomendar buenos libros que promuevan la reflexión y profundización de temas sociales.

5. La iglesia debería organizar actividades propias para personas con profesiones específicas. Los profesionales tienen que enfrentar, al igual que otros trabajadores, situaciones que retan su fe, o bien, que necesitan definir como su posición cristiana. Los profesionales y trabajadores en campos específicos son las personas indicadas para asesorar a los servidores en el campo político.

6. Las iglesias deben rechazar todo intento de manipulación política. La iglesia debe mantener su libertad de opinión para poder aconsejar o apoyar a cualquier grupo que haga lo bueno para el país o para la comunidad, así como también para estar en desacuerdo y denunciar a todo aquel que esté haciendo lo perjudicial para la comunidad. Los políticos cristianos deben aprender a respetar la iglesia y no involucrarla en su propio proyecto político. El púlpito y el ministerio son para promover y proclamar a Cristo y su obra, no proyectos políticos partidistas de hermanos en la fe. Los hermanos y hermanas deben sentirse libres para votar y apoyar proyectos de acuerdo a su propia conciencia.

7. Como en todas las cosas, a los miembros de la iglesia se les debe dar instrucción para ejercer sus deberes y derechos ciudadanos en forma responsable. El cristiano está llamado a pensar en beneficio de los demás y de la comunidad. La iglesia debe tener una actitud semejante de buscar el beneficio comunal y nacional, antes que el beneficio propio. Se debe recordar a los miembros que no por ser cristiano un candidato será un buen funcionario. En la historia bíblica el Señor usa como sus instrumentos aun a inconversos, mientras que algunos miembros del pueblo de Dios tuvieron que ser desechados.

8. Los líderes cristianos deben evitar la tentación de involucrarse en la lucha por puestos en partidos políticos. Si deciden esa vía, lo más aconsejable es que no estén al frente de iglesias o ministerios cristianos específicos.

9. La iglesia debe asumir un papel profético al denunciar todo aquello que se opone a lo enseñado en la Palabra de Dios (pecado) y de apoyo a proyectos en beneficio de la comunidad (el bien común). Esto requiere un esfuerzo en el estudio e interpretación de la Biblia, pero esto es precisamente lo que Dios espera de nosotros.

10. Los líderes de la iglesia deben estar atentos al desarrollo de la vocación de los miembros de sus congregaciones. Estas vocaciones incluyen la del servicio público.

Si deseamos bendecir a nuestras naciones latinoamericanas tenemos que prepararnos responsablemente. Una participación irresponsable afecta el testimonio y avance de la obra de Dios. La no participación tampoco es una opción, ya que estamos llamados a ser bendición en medio de nuestros pueblos...

Tomado de "¿Político y cristiano?" (ver Documentos relacionados)

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