10/8/07

René Padilla

La iglesia tiene sólo dos alternativas en su confrontación con el mundo: o se adapta al mundo y traiciona al evangelio o responde al evangelio y entra en conflicto con el mundo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es cierto.
Y cuánto más que por muchos objetos religiosos que se usen, no le van a cambiar el corazón.
Entrar en conflicto implica romper con la edad media de la conciencia seudo-cristiana.
Y entrar en la reforma del corazón, es decir arrepentimiento.
Si solo das al César, que es el que te gobierna, no repartes. Si sólo das a Dios, te olvidas de los que a Él vinieron a pedirle pan.
Entonces, el conflicto viene por ser o religioso o mercantilista.
Primero busca a Dios, que Él venga a tu corazón y cene contigo. Toma fuerza y entrega todo a los pobres. Seguirlo es saber distribuir con justicia, con libertad y soberanía. Si nos llenamos y engordamos, y mentimos conforme a nuestra búsqueda de denigrar, o si me opongo por ser ese mi lugar y no veo que pongo en peligro a una sociedad entera, entonces no hay nada de cristiano, ni siquiera el intento.
Buscar a Dios, leerlo en la Biblia, y creerlo.
Lloren los ricos, dice. No lo dije yo.